Gabriel Garcia Marquez
Espacio dedicado al maravilloso mundo del premio Nobel
martes, 28 de febrero de 2012
México comenzó celebraciones por 85 cumpleaños de Gabriel García Márquez
Múltiples homenajes
Este 2012 será otro año de festejos para Gabriel García Márquez, escritor en el que todo lo mágico es real: el próximo 6 de marzo, su cumpleaños número 85 y, en octubre, serán tres décadas del anuncio de que le otorgaron el Premio Nobel de Literatura, galardón que recibió en Suecia en diciembre de 1982. Su obra clave, Cien años de soledad, cumple 45 años de haber sido publicada.
Los festejos en México comienzan este martes a las 19 horas en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes con la mesa redonda La memoria del corazón: Gabriel García Márquez, organizada por el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), en la que participarán los escritores Armando González Torres, Elisa Corona y José Mariano Leyva para hablar sobre el boomlatinoamericano, el realismo mágico, la libertad narrativa y creativa en la obra deGabo, a partir de títulos como Cien años de soledad o El amor en los tiempos del cólera.
martes, 21 de febrero de 2012
La historia de amor de Gabo detrás de 'Cien años de soledad'
García Márquez y Mercedes Barcha son un amor que ha sabido madurar con los años.
Mientras él escribía la novela que lo convertiría en un talento inmortal, ella buscaba la forma de que el carnicero le fiara los alimentos para subsistir un día más… al menos hasta el día en que él escribiera la palabra Fin a esa historia que decidió bautizar ‘Cien años de soledad’.
El resto fue historia. La fama que le trajo su talento hicieron de Gabriel José de la Concordia García Márquez un hombre reconocido en el mundo de las letras. Pero hicieron falta más que una prosa rica y un estilo literario único para lograr esta novela. Detrás de esta historia se ocultaba el amor de su esposa: Mercedes Barch.
martes, 17 de enero de 2012
El Magdalena recordará los 30 años del Nobel de 'Gabo'
Homenaje al hijo pródigo
En este año 2012 se conmemoran 30 años de haber recibido Gabriel García Márquez el Premio Nobel de Literatura, razón por la cual la Fundación Periodistas Bolivarianos de América hará el lanzamiento de la obra "Aracataca: 30 años del Nobel", de Alberto Hinestroza Llanos, para recordar tan importante logro para el periodismo colombiano. Este celebración se realizará dentro de la programación oficial que se realizará el 9 de febrero, a las 10 de la mañana, en el salón de eventos de de Caja de Compensación del Magdalena, Cajamag, con motivo del Día Nacional del Periodismo y donde se hará entrega del Premio 'Juan García del Río' a tres ilustres periodistas colombianos que a través de su vida profesional han dejado una huella imborrable en las comunicaciones escritas, radiales y televisivas, acciones que son dignas de rescatar para beneficio de las nuevas generaciones de Comunicadores y Periodistas.Juan García del Río es el periodista colombiano que en toda la historia de la Patria ha dejado más huellas de su periodismo y literatura en el mundo. Varias bibliotecas de Chile y Perú llevan su nombre, y fue el más fiel amigo de Simón Bolívar Palacios, quien dirigió la estrategia para lograr la libertad y la creación de nuestra amada Colombia. Además fue nativo de Turbaco (Bolívar) y vivió muchos años en Cartagena.
miércoles, 21 de diciembre de 2011
El fragmento del miercoles
Botella al mar para el Dios de las palabras
Intervención de Gabriel García Márquez en el Congreso de Zacatecas, abril de 1997
A mis 12 años de edad estuve a punto de ser atropellado por una bicicleta. Un señor cura que pasaba me salvó con un grito: «¡Cuidado!»
El ciclista cayó a tierra. El señor cura, sin detenerse, me dijo: «¿Ya vio lo que es el poder de la palabra?» Ese día lo supe. Ahora sabemos, además, que los Mayas lo sabían desde los tiempos de Cristo, y con tanto rigor que tenían un dios especial para las palabras.
Nunca como hoy ha sido tan grande ese poder. La humanidad entrará en el tercer milenio bajo el imperio de las palabras. No es cierto que la imagen esté desplazándolas ni que pueda extinguirlas. Al contrario, está potenciándolas: nunca hubo en el mundo tantas palabras con tanto alcance, autoridad y albedrío como en la inmensa Babel de la vida actual. Palabras inventadas, maltratadas o sacralizadas por la prensa, por los libros desechables, por los carteles de publicidad; habladas y cantadas por la radio, la televisión, el cine, el teléfono, los altavoces públicos; gritadas a brocha gorda en las paredes de la calle o susurradas al oído en las penumbras del amor. No: el gran derrotado es el silencio.
lunes, 19 de diciembre de 2011
Impecable discurso sobre periodismo
El mejor oficio del mundo
A una universidad colombiana se le preguntó cuáles son las pruebas de aptitud y vocación que se hacen a quienes desean estudiar periodismo y la respuesta fue terminante: "Los periodistas no son artistas". Estas reflexiones, por el contrario, se fundan precisamente en la certidumbre de que el periodismo escrito es un género literario.Hace unos cincuenta años no estaban de moda las escuelas de periodismo. Se aprendía en las salas de redacción, en los talleres de imprenta, en el cafetín de enfrente, en las parrandas de los viernes. Todo el periódico era una fábrica que formaba e informaba sin equívocos, y generaba opinión dentro de un ambiente de participación que mantenía la moral en su puesto. Pues los periodistas andábamos siempre juntos, hacíamos vida común, y éramos tan fanáticos del oficio que no hablábamos de nada distinto que del oficio mismo. El trabajo llevaba consigo una amistad de grupo que inclusive dejaba poco margen para la vida privada. No existían las juntas de redacción institucionales, pero a las cinco de la tarde, sin convocatoria oficial, todo el personal de planta hacía una pausa de respiro en las tensiones del día y confluía a tomar el café en cualquier lugar de la redacción. Era una tertulia abierta donde se discutían en caliente los temas de cada sección y se le daban los toques finales a la edición de mañana. Los que no aprendían en aquellas cátedras ambulatorias y apasionadas de veinticuatro horas diarias, o los que se aburrían de tanto hablar de los mismo, era porque querían o creían ser periodistas, pero en realidad no lo eran.
A una universidad colombiana se le preguntó cuáles son las pruebas de aptitud y vocación que se hacen a quienes desean estudiar periodismo y la respuesta fue terminante: "Los periodistas no son artistas". Estas reflexiones, por el contrario, se fundan precisamente en la certidumbre de que el periodismo escrito es un género literario.Hace unos cincuenta años no estaban de moda las escuelas de periodismo. Se aprendía en las salas de redacción, en los talleres de imprenta, en el cafetín de enfrente, en las parrandas de los viernes. Todo el periódico era una fábrica que formaba e informaba sin equívocos, y generaba opinión dentro de un ambiente de participación que mantenía la moral en su puesto. Pues los periodistas andábamos siempre juntos, hacíamos vida común, y éramos tan fanáticos del oficio que no hablábamos de nada distinto que del oficio mismo. El trabajo llevaba consigo una amistad de grupo que inclusive dejaba poco margen para la vida privada. No existían las juntas de redacción institucionales, pero a las cinco de la tarde, sin convocatoria oficial, todo el personal de planta hacía una pausa de respiro en las tensiones del día y confluía a tomar el café en cualquier lugar de la redacción. Era una tertulia abierta donde se discutían en caliente los temas de cada sección y se le daban los toques finales a la edición de mañana. Los que no aprendían en aquellas cátedras ambulatorias y apasionadas de veinticuatro horas diarias, o los que se aburrían de tanto hablar de los mismo, era porque querían o creían ser periodistas, pero en realidad no lo eran.
viernes, 16 de diciembre de 2011
El fragmento del viernes
Relato de un náufrago
El primer animal que vi, casi treinta horas después de estar en la balsa. La aleta de un tiburón infunde terror porque uno conoce la verocidad de la fiera. Pero realmente nada parece más inofensivo que la aleta de un tiburón. No parece algo que formara parte de un animal, y menos de una fiera. Es verde y áspera como la corteza de un árbol. Cuando la vi pasar orillando la borda, tuve la sensación de que tenía un saber fresco y un poco amargo, como el de una corteza vegetal. Eran más de las cinco. El mar estaba sereno al atardecer. Otros tiburones se acercaron a la balsa, pacientemente y estuvieron merodeando hasta cuando anocheció por completo. Ya no había luces pero los sentía rondar en la oscuridad, rasgando la superficie tranquila con el filo de sus aletas.
El primer animal que vi, casi treinta horas después de estar en la balsa. La aleta de un tiburón infunde terror porque uno conoce la verocidad de la fiera. Pero realmente nada parece más inofensivo que la aleta de un tiburón. No parece algo que formara parte de un animal, y menos de una fiera. Es verde y áspera como la corteza de un árbol. Cuando la vi pasar orillando la borda, tuve la sensación de que tenía un saber fresco y un poco amargo, como el de una corteza vegetal. Eran más de las cinco. El mar estaba sereno al atardecer. Otros tiburones se acercaron a la balsa, pacientemente y estuvieron merodeando hasta cuando anocheció por completo. Ya no había luces pero los sentía rondar en la oscuridad, rasgando la superficie tranquila con el filo de sus aletas.
jueves, 15 de diciembre de 2011
Presentan otra obra de Gabriel García Márquez en chino
Gabo a todos lados
Beijing, 15 dic (PL) La edición en chino simplificado de Yo no vengo a decir un discurso, de Gabriel García Márquez, fue presentada hoy aquí, ocasión en que también se celebró la venta de un millón de copias de Cien años de Soledad. El lanzamiento de esta obra responde a la labor de la editorial Nanhai Publishing Company, la cual adquirió los derechos de autor, y la traductora Li Jing, Decana de la Facultad de Español de la Universidad de Nanjing. Se trata de una colección de 22 discursos del Premio Nobel de Literatura (1982) y que, en su opinión, constituyen una muestra de su evolución como escritor. El ministro de la embajada de Colombia en China, Cristian Siegert, dijo en declaraciones a Prensa Latina que además de la trascendencia cultural-literaria, está el hecho de ser una obra oficial y legal, al recordar que Gabo se conoce en este país desde hace años a través de versiones pirateadas.
Beijing, 15 dic (PL) La edición en chino simplificado de Yo no vengo a decir un discurso, de Gabriel García Márquez, fue presentada hoy aquí, ocasión en que también se celebró la venta de un millón de copias de Cien años de Soledad. El lanzamiento de esta obra responde a la labor de la editorial Nanhai Publishing Company, la cual adquirió los derechos de autor, y la traductora Li Jing, Decana de la Facultad de Español de la Universidad de Nanjing. Se trata de una colección de 22 discursos del Premio Nobel de Literatura (1982) y que, en su opinión, constituyen una muestra de su evolución como escritor. El ministro de la embajada de Colombia en China, Cristian Siegert, dijo en declaraciones a Prensa Latina que además de la trascendencia cultural-literaria, está el hecho de ser una obra oficial y legal, al recordar que Gabo se conoce en este país desde hace años a través de versiones pirateadas.
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